Los cuentos infantiles o las historias con adaptaciones modernas dirigidas a los pequeñitos de la casa nunca deben faltar. Si tu hijo/ aún no llega a los 5 años y no eres una asidua narrando cuentos, empieza de una vez. Aquí algunas razones para hacerlo:
- Mejora su lenguaje, aprende nuevos conceptos y enriquece su vocabulario.
- Relaciona la lectura a sentimientos de ternura y placer.
- Ejercita su capacidad de escucha.
- Tiene mayor dominio de temas, sobre todo si las historias abordan diferentes situaciones y ofrecen un mensaje.
- Ejercitan la escritura observando los textos que describen las imágenes. No es necesario que sepan escribir, visualizar las palabras en un primer momento les ayudará cuando llegue ese momento.
A la hora de contar un cuento, ¿cómo hay que contarlo?
Los padres/madres deben partir desde las emociones y sentimientos para narrar las historias y han de implicarse con los personajes del cuento y con las cosas que les suceden. En los primeros años, no es tan importante saber el final de la historia como descubrir las aventuras del viaje por el que discurre dicha historia. A partir de los 7 años, ya empiezan a ser más exigentes y a preguntar si el protagonista del cuento conseguirá o no su objetivo.
¿Qué cuentos debemos comprar?
¿ Tradicionales? ¿Los últimos del mercado?
El libro en sí no es lo más importante sino que es solamente un pretexto para estar unos minutos con el niño/a y para que él/ella entre desde edad temprana en contacto con la lectura. En el mercado hay infinidad de libros y no se trata de comprar el último que ha salido porque sea el mejor sino más bien que el cuento que los padres compren sea de su gusto, ya sea un cuento tradicional o de lo más moderno.
Os dejamos como ejemplo un video sobre un cuento muy famoso: " La ratita presumida".
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